Ansiedad

¿Cuáles son las causas?

No está del todo claro cuáles son las causas de los trastornos de ansiedad. Ciertas experiencias de vida, como acontecimientos traumáticos, parecen provocar los trastornos de ansiedad en personas que ya son propensas a la ansiedad. Asimismo, los rasgos heredados también pueden ser un factor a tener en cuenta.

Los siguientes factores pueden incrementar el riesgo de padecer un trastorno de ansiedad:

• Trauma. Los/las niños/as que soportaron maltratos o que presenciaron eventos traumáticos tienen mayor riesgo de manifestar un trastorno de ansiedad en algún momento de sus vidas. Los adultos que atraviesan un evento traumático también pueden manifestar trastornos de ansiedad.
• Estrés debido a una enfermedad. Tener un problema de salud o una enfermedad grave puede causar gran preocupación acerca de cuestiones como el tratamiento y el futuro.
• Acumulación de estrés. Un evento importante o una acumulación de situaciones estresantes más pequeñas de la vida pueden provocar ansiedad excesiva. Por ejemplo: el fallecimiento de algún familiar, épocas de estrés en el trabajo o preocupaciones continuas por la situación económica.
• Personalidad. Las personas con determinados tipos de personalidad son más propensas a sufrir trastornos de ansiedad que otras personas.
• Otros trastornos mentales. Las personas que padecen otros trastornos mentales, como depresión, a menudo también padecen un trastorno de ansiedad.
• Tener familiares consanguíneos que padecen un trastorno de ansiedad. Los trastornos de ansiedad pueden ser hereditarios.
• Drogas o alcohol. El consumo o el uso indebido o la abstinencia de drogas o alcohol pueden provocar o empeorar la ansiedad.

La ansiedad a menudo puede sentirse como una respuesta física al estrés, y puede producir síntomas como:

• Sensación de nerviosismo, agitación o tensión
• Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe
• Ataques de llanto
• Sudoración excesiva
• Palpitaciones o aumento del ritmo cardíaco
• Respiración acelerada (hiperventilación)
• Mal humor, apatía
• Irritabilidad
• Cefaleas o dolor de cabeza
• Bruxismo
• Pensamientos o creencias difíciles de controlar
• Mareos
• Sensación de falta de aire
• Temblores
• Evitación/escape de ciertos estímulos
• Etc

Es importante conocer que la ingesta de cafeína, otras sustancias y ciertos medicamentos pueden empeorar sus síntomas.

Si bien es cierto que la ansiedad puede ser útil, funcional y ayudarnos a enfrentar diversas situaciones, además de darnos un impulso de energía o ayudar a concentrarnos, para las personas con trastornos de ansiedad puede ser abrumadora, pues los efectos para ellas son nocivos, disfuncionales, y se suelen alargar mucho en el tiempo. Es decir, una respuesta natural de nuestro organismo deja de ser útil y se convierte en sufrimiento para la persona.

Los trastornos de ansiedad son afecciones en las que la ansiedad no desaparece, e incluso puede empeorar con el tiempo. Los síntomas en este caso pueden interferir con las actividades diarias, como el desempeño en el trabajo, los estudios y las relaciones interpersonales. En estos casos, la ansiedad puede llegar a ser difícil de controlar, y suele ser desproporcionada en comparación con el peligro real.

Hay multitud de trastornos de ansiedad, entre los que se encuentran los siguientes:

• Trastorno de ansiedad generalizada
• Trastorno de ansiedad social
• Trastorno de pánico
• La agorafobia
• Fobias específicas
• Etc

¿Cómo podemos ayudarte?

Cada persona y situación requiere diferentes prácticas. Un buen resumen sobre los beneficios que puedes obtener, es mejorar tu calidad de vida.

Te acompañamos en la identificación de los desencadenantes de la ansiedad, y en el abordaje y tratamiento para que puedas llevar a cabo una gestión adecuada de la sintomatología ansiosa. Asimismo, te ayudaré a que descubramos junt@s el origen o los momentos donde pudo comenzar la ansiedad a formar parte de tu vida, para poder trabajar sobre ellos.

Te ofrecemos herramientas para recuperar hábitos saludables en el día a día.

Te ayudamos a cuestionar y sustituir pensamientos y creencias disfuncionales.